Pronto entrarémos en el mes de mayo y con ello en el mes de las bodas por excelencia. Así, ¿Quién no ha tenido una de estas celebraciones en este mes?
Y es que desde el mismo momento en que te llega el famoso tarjetón de boda, empiezan las pesquisas acerca de qué me pongo, qué color elijo, cómo me peino… y es que ir perfecta a una boda es una cosa muy importante, pues corres el riesgo de ser el punto de comentarios de cualquier círculo social que se precie.
Por eso lo más importante es no caer en la ordinariez ni en nuestro aspecto ni sobre todo en nuestro comportamiento. Por eso debemos ser naturales y no dejarnos arrastrar por lo que haga la masa. Nuestra reputación es lo primero, eso nunca debemos olvidarlo.
Así, si nos invitan a una boda de mañana lo primero que tenemos que tener presente es que nuestro vestido debe ser corto, por encima de la rodilla, sólo la madrina puede lucir traje largo, ya que esto es lo que marca el protocolo. Así que ya nos podemos ir olvidando de los vestidos largos hasta los pies con lentejuelas y demás, pues además de ser horteras son totalmente antiprotocolarios en una boda a las 12 de la mañana. También de las minifaldas, los escotes palabra de honor o demasiados pronunciados… pues no debemos olvidar que vamos a una ceremonia religiosa, no a una gala de los Oscars.
Cómo estaremos perfectas en cambio es con una pamela o con un tocado a juego con nuestro vestido. Pero ojo, no debemos caer tampoco en la ostentación de ponernos una pamela como si fuéramos a las carreras de Ascot, o de colocarnos un tocado con tantas plumas que parezca hemos sacrificado a un pavo real para conseguirlo. Y es que siempre debemos recordar que lo sencillo es lo más elegante. Pero eso si, tanto si la boda es en mayo, como si es en agosto o en noviembre, siempre debemos llevar medias.
Nuestro vestido no puede ser tampoco color blanco, marfil, beige, champán… o cualquier tono parecido con el que se elaboran los vestidos nupciales. La novia es la única que puede ir vestida de estos colores, y ninguna invitada debe hacerle la competencia. Tampoco es aconsejable ir de negro, si es por la mañana nunca y por la noche siempre podemos escoger otro color más alegre e igual de elegante.
Y en cuanto a nuestro comportamiento dos consejos que debemos recordar, pues aunque parezcan muy obvios, es muy fácil caer en la tentación de seguir a la masa:
· A la salida de la iglesia a los novios se les recibe con arroz o con pétalos de rosas, nunca con petardos. Etc. No se debe además aplaudir durante la celebración como si estuviésemos en el teatro, ya que ambos son signo de una gran falta de educación.
· Nunca se debe participar de la soez tradición de cortar la corbata del novio o la liga de la novia, para subastarla entre los invitados. Esto es a mi juicio, otra total falta de educación y de principios acerca de cómo comportarse en sociedad.
Y es que puede parecer que los dos ejemplos anteriores son propios de bodas a las que nunca acudiremos, de bodas de gente que no se corresponde para nada con nosotros. Pero siempre podemos ser invitados a una de estas celebraciones, aunque parezca mentira podemos ser invitados, y hay que saber ser previsores para demostrarle a toda esa gente nuestra educación.
miércoles, 30 de abril de 2008
Nos vamos de boda
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3 comentarios:
"Nuestra reputación es lo primero, eso nunca debemos olvidarlo".
VIVA LA SENCILLEZ Y LA NATURALIDAD!
Simplemente genial!!! me parto!!
eli*
que me aconsejas para el pelo, en una boda de tarde??melena queda muy soso??gracias
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